“Smart Connectivity” y Datos: el mayor desafío de la seguridad digital

“Smart Connectivity” y Datos: el mayor desafío de la seguridad digital

La tecnología digital y la innovación -incluyendo el cloud computing, la inteligencia artificial (IA), internet de las cosas (IoT) y el 5G- están acelerando la transformación digital de las empresas y, en términos más generales, de la economía y las sociedades de todo el mundo. Esto se refleja en los cambios a gran escala de cada área y en los nuevos comportamientos emergentes, lo cual está sucediendo muy rápido, alternado la estabilidad social y económica.

Esto requiere una infraestructura de comunicaciones apropiada basada en una arquitectura de red actualizable y ágil que aproveche las tecnologías digitales1.

Paradójicamente, aunque estos desarrollos y transformaciones digitales están haciendo que dicha infraestructura sea más abierta y ágil, también la están haciendo más vulnerable a los ciberataques. La generación, recopilación, procesamiento y consumo más intensivo de datos está creando lagunas en varios puntos de las redes, incluidos los dispositivos móviles de los usuarios. Esto conlleva riesgos y aumenta la necesidad de proteger la infraestructura y controlar el uso de datos.

Data e Inteligencia Artificial: Europa en la ofensiva

En este momento, Estados Unidos y China dominan la guerra de datos, con sus plataformas gestionando grandes volúmenes de datos personales de suscriptores. Aunque la batalla por el control de los datos personales parece haberse perdido, Europa respondió implementando el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) en 2018, con el objetivo de controlar el procesamiento de datos personales y la protección de particulares.

En febrero de este año, la Comisión Europea dio a conocer sus estrategias para respaldar la transformación digital europea, reflejando sus valores de apertura, igualdad, diversidad, democracia y confianza. Esta estrategia abarca las infraestructuras claves y la ciberseguridad. El objetivo es convertir a Europa en un jugador importante en IA y la economía de datos.

La expansión masiva del IoT (internet de las cosas) industrial provocará un aumento exponencial en la producción de datos industriales. Con el rápido crecimiento de las redes 5G, la llegada de la edge computing1 y el significativo progreso en el procesamiento de datos algorítmicos, Europa está ansiosa aprovechar su oportunidad de convertirse en un jugador importante en la gestión de datos industriales: su supremacía en esta guerra global por el control de los datos depende de ello.

Edge computing, o inteligencia en el borde de las redes

Los datos generados por sensores conectados al IoT se envían a centros de procesamiento para su almacenamiento, análisis y uso. Estos centros consisten en servidores y ordenadores, generalmente instalados en un centro de datos.

Gracias a los desarrollos tecnológicos, el hardware ubicado en el extremo de la red ahora también tiene capacidad informática y capacidad analítica incorporada, además de ser capaz de almacenar datos pasivamente. En otras palabras, los datos ahora se pueden procesar directamente lo más cerca posible de su fuente, por ejemplo, un asistente de voz o un vehículo autónomo. La edge computing reduce notablemente la latencia y el coste de energía del uso de infraestructura, ambos factores clave en el desarrollo de servicios futuros, entre los que se incluyen vehículos autónomos y transporte inteligente.

Una conectividad más inteligente, más flexible, está debilitando la seguridad de red

La evolución de la arquitectura de red, con muchas funciones virtualizadas y reconfigurables a través del software, la nube y el IoT, ha aumentado significativamente el número de puntos en los que hackers y otros cibercriminales pueden acceder a las redes. Hacer que la inteligencia y los datos sean accesibles en el extremo de las redes aumenta aún más este riesgo. Además, nuestros propios dispositivos móviles y ordenadores portátiles, si no están protegidos adecuadamente, son posibles puertas de acceso.

Los objetos conectados, la nube y las cadenas de suministro, especialmente para los servicios a demanda, constituyen vulnerabilidades y, por lo tanto, son los objetivos favoritos de los cibercriminales. Según una encuesta reciente, el número de ciberataques a las cadenas de suministro aumentó un 78% sólo en 2018. Obsérvese que en 2018, el 34% de los ciberataques en todo el mundo se dirigieron a los sectores de las finanzas y la tecnología. También se estima que el 35% de los ciberataques en todo el mundo en 2018 se lanzaron desde direcciones IP (Protocolo de Internet) en Estados Unidos y China

El espionaje industrial siempre ha existido, y esto no va a cambiar. En un entorno altamente competitivo donde los negocios y la geopolítica se entremezclan, lograr la supremacía tecnológica global significa dominar la IA y el 5G.

En consecuencia, y para proteger los activos donde se almacenan sus datos comerciales y de clientes, todas las empresas y gobiernos deben afrontar los desafíos que plantea la ciberseguridad y la seguridad de la infraestructura. De lo contrario, corren el riesgo de perder la confianza de sus clientes.

— Rabindra Rengaradjalou, Estudios Economicos en Crédit Agricole, Ingeniero Consultor en Telecomunicaciones

1. SDN (software-defined networking), NFV (network function virtualisation), APIs (application programming interfaces) y edge computing (donde la computación y el procesamiento de la información ocurren en el extremo de la red, lo más cerca posible del usuario final).
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